Pesadilla.

Ahora que tengo otro blog estoy más relajada, porque tenía ganas de tener un blog para cada cosa. Este será como mi diario, contando mis cosas y tal...Y el otro para los textos e historias.

Tengo planeado esta tarde empezar de nuevo el Fan-fic con lo que tengo (el prólogo) y hacerlo más grande. Y no se cuando empezaré a escribir lo demás. Amy Dupree esta totalmente planeada, ya tengo los personajes escritos y las descripciones en mente. El otro...bueno, lo dejaremos para de vez en cuando, no se ni el título. El otro día mi madre estaba barriendo y dice que leyó un poco. Me puse como una fiera porque era un poco fuerte, espero que no haya llegado hasta los besos.

Esta noche he tenido una pesadilla. Estábamos en el instituto. Estaba yo dando vueltas por ahí yo sola y me acerco a la puerta del pasillo de los profesores, que hay mucho barullo. Todos hablan, y él habla con "ella".
Entonces, ella cuando me ve pasar por detrás del él, lo coge de los hombros y lo besa. En ese momento, me quedé ahí, aunque mi cuerpo seguía danzando por el pasillo. Ella lo soltó, sonrió y me guiñó un ojo y siguió hablando con él. Él pareció no inmutarse. Cuando llegamos a clase me senté en un rincón y comenzé a llorar silenciosamente. Ella se me acercó sonriendo y se echó sobre el hombro.
- ¿Qué te pasa?
Le empezé a gritar, aunque no se lo que le dije. Todo el mundo: Ooooooooooooih!
Todos contra mí. Ahí se acabó el sueño, o por lo menos no recuerdo más.

Todo esto me pasó un día este invierno, antes de tener Tuenti. Aurora me enseñó una foto de ellos abrazados. En los comentarios salía:
- ¿Para cuando la boda?
Ella - Oish :D
Él - Todavía no, jejeje.
Yo esa tarde lloré.

El otro día, estaban todas enfrente de mi casa charlando. Mi madre me dijo que me fuera con ellas, claro, ajena a lo que se cocía.
Bueno, así charlando, todo más o menos aburrido y salta ella.
- Belén, ¿tu sabes que yo estoy saliendo con [su nombre]?
Yo, que estaba a cien kilómetros de allí, volví en cero coma uno. Le contesté que sí. Que tenga claro que aunque esté casado y tenga trecientos hijos voy a seguir enamorada de él.
Ella no contestó, pero espero que mintiera, porque si esas son sus bromas, no me gustan.